LA COMPARSA DE LA ALEGRÍA - Obra teatral


Autora: Nelly Villegas.

 

PERSONAJES:

TÍTERES:

Luis

Papá de Luis

Mamá de Luis

Garzón

 

MUÑECONES:

Reina

Rey

Doncella

Paje

Bruja

Brujo


ACTORES:

Arlequina

Vendedor de tradiciones (zanquero)

Luis

Garzón (zanquero)

Barriquita (zanqueros)

Mono

Toro

Pájaro

Carite

 

Cuerpo de Danzas

La escenografía estará compuesta por un teatrino y tres paneles independientes con diseños muy coloridos alusivos al carnaval. Estos paneles se moverán de acuerdo a los desplazamientos de las distintas escenas.


ESCENA I

(Esta escena se realiza en el teatrino con títeres de muppet o guiñol. Suena música de Carnaval. La decoración es alusiva al carnaval. Sale la mamá de Luis, trae un disfraz en la mano. Viene acompañada de su mascota la garza Garzón. Bailan. Y hablan al bajar la música):

MAMÁ DE LUIS: ¡Miren, niños, ¿les gusta?! (Espera respuesta).

MAMÁ DE LUIS: ¿Verdad que es lindo?

GARZÓN: ¡Lindo lindo, como Gumersindo!

MAMÁ DE LUIS: Es el disfraz que le estoy preparando a Luis para su fiesta de carnaval en la escuela.

GARZÓN: ¡Wicho Wicho, cara de bicho!

MAMÁ: Se va a ver bello mi niño con este disfraz de monito.

GARZÓN: ¡Monito monito, como Toñito. (Ríe).

(Entra el papá. Viste de pescador):

PAPÁ EN OFF: ¡Wicho! ¡Wicho! ¿Dónde se metió este muchacho?

MAMÁ: Seguramente está jugando.

PAPÁ: Ya es hora de ir a la pesca y no aparece.

MAMÁ: (A los niños). ¡Vamos a llamarlo! (Llaman).

TODOS: ¡Wicho! ¡Wicho!

(Entra Luis. Viene con un disfraz de zorro, juega con la espada).

LUIS: (Cantando). ¡En su corcel cuando sale la luna, aparece el bravo zorro...

MAMÁ: ¿Quién te dio eso, Wicho?

LUIS: ¡Mi tía Linda!

GARZÓN: ¡Linda Linda, como Gumersinda!

PAPÁ: Luis, mira la hora que es. Ta tenemos que ir a la pesca, ¿qué haces con eso puesto?

LUIS: Es mi disfraz para la escuela.

MAMÁ: Pero mi niño, yo te estoy preparando este, mira qué lindo me quedó.

LUIS: A mí me gusta este, mamá. ¡Me siento como un héroe! (Hace la Z con la espada).

MAMÁ: Sí, es muy lindo, (pausa), mira este, ¿no te gusta?

LUIS: No, mamá, este es más bonito. (Discuten).

PAPÁ: ¡Ya! ¡Dejen de pelear por un disfraz! ¡No faltaba más! ¿Me acompañas o no a la pesca? 

LUIS: ¡Claro, papá, sabes que me gusta mucho!

GARZÓN: ¡Mucho mucho, como Perucho!

PAPÁ: Entonces ve a cambiarte.

MAMÁ: Sí, cuando regreses hablamos del disfraz.

LUIS: ¡Vuelvo enseguida!

MAMÁ: (A los niños). ¿Verdad niños que este es más bonito que el del Zorro?

 (interactúa con los niños).

PAPÁ: (Interrumpiéndola). ¡Mujer!, ya te he dicho que es mejor que él decida, así tendrá su personalidad bien definida cuando crezca.

GARZÓN: ¡Crezca, crezca, yo también quiero ir con Luis a la pesca!

PAPÁ: ¡No! Tú tienes que quedarte cuidando a maíta.

GARZÓN: ¡Maíta, maíta, ella se queda solita!

MAMÁ: ¿Qué te cuesta llevarla? Ella no molesta.

PAPÁ: ¿No molesta? La última vez se puso muy fastidiosa.

GARZÓN: ¡No molesta, no molesta! Les juro que me quedo tranquilita en la pesca.

MAMÁ: Llévala contigo, ¿qué te cuesta? Niños, ayúdenme a convencer a este señor para que lleve a Garzón a la pesca (anima a los niños para que la sigan). ¡Que la lleve! ¡Que la lleve!

PAPÁ: ¡Que no!

MAMÁ: ¡Que sí!

PAPÁ: ¡Que no! ¡Que no!

MAMÁ: ¡Que sí! ¡Que sí! (Se repite el juego varias veces).

PAPÁ: (Tapándose los oídos). ¡Está bien, pero dejen el escándalo!

GARZÓN: ¡Bien, bien! ¡Voy con Wicho a la pesca yo también!

(Entra Luis. Viene preparado para la pesca).

LUIS: ¡Estoy listo, papá!

PAPÁ: ¡Entonces no perdamos más tiempo!


ESCENA II

(Suena música. Cambio de escenografía en el teatrino: paisaje de mar. El papá pesca. Luis y Garzón cantan):

¡Soy pescador!

¡Soy soñador!

Lanzo mis redes

al viento y al mar.

Lanzo mis sueños a navegar.

¡Soy pescador!

¡Soy soñador!

Mirar el cielo,

ver las gaviotas volar,

sentirme libre

en la inmensidad...

¡Soy pescador!

¡Soy soñador!

Y al sentir mis redes

a reventar,

gritar fuerte

¡cardumen! ¡cardumen!

 

PAPÁ: (Halando el náilon). ¡Cardumen! ¡Ayúdame, Wicho!

LUIS: (Dejando de cantar, ayuda al papá. Sacan la red). ¡Mira, qué lindas sardinas! ¡Un corocoro! ¡Y una lisa!

PAPÁ: ¡No es lisa, es un atún! Tienes que saber diferenciar el pescado.

LUIS: ¡Yo sé, papá!

PAPÁ: ¡Presta atención! Este rojito es una lisa… Este es una pargo, y este otro es un atún. (Le explica las características de cada pescado).

LUIS: (Bosteza).

PAPÁ: ¡Descansa un poco! ¡Si te necesito te llamo!

(Suena música. Luis se duerme junto a Garzón, que hace rato se ha quedado dormido. Saltan peces del mar, arrullando el sueño de Luis, y cantan):

 

Duerme, mi niñito,

travieso y chiquitico.

Sueña con un mundo de ilusión,

de magia y de color.

Duerme, mi niñito,

con el arrullo de las olas

y el canto del mar.

Duerme, traviesito,

que cuando despiertes

otro mundo encontrarás.

Duerme, duerme,

tu mascota te acompañará

y juntos una linda

aventura jugarán.

 

(Mientras suena la música de arrullo el papá atrapa un gran pez y hala. Es tan grande que se tambalea el bote).

PAPÁ: ¡Despierta, Luis, despierta! (El bote se tambalea fuerte). ¡Luis, despierta!

(La lancha se tambalea con movimientos que sugieren naufragio. La lancha se voltea y se cae. Cambio de escenografía. Al girar demarca otro espacio escénico. Saldrán Luis actor y Garzón en zancos. Luis y Garzón caen al espacio escénico, al principio confundidos, después exploran el espacio).

LUIS: ¿Qué pasó? ¿Papá?  ¿El mar?   ¿A dónde se han ido?

GARZÓN: (Asustado). ¡No sé, Wicho! ¡No me gusta para nada este lugar!

LUIS: (Observando a los niños).  ¿Y de dónde salieron todos estos niños?

GARZÓN: ¡Niños! ¡Niños, cara de pillos!

LUIS: Compórtate, Garzón, ¿no ves que estamos en tierras extrañas?

GARZÓN: ¡Perdón, yo me comporto!

LUIS: ¿Alguno de ustedes sabe qué fue lo que pasó? (Escoge un niño y pregunta, interactúa con los niños).

VOZ EN OFF: ¡Creo que por aquí es, no estoy segura pero entremos!

LUIS: Alguien se acerca.

GARZÓN: ¡Será mejor que nos escondamos!

LUIS: Tienes razón, Garzón, escondámonos aquí con los niños, ellos nos ayudarán en caso de que sea necesario, ¿verdad niños? (Esperan respuesta. Se esconden).

 

ESCENA III

(Suena música, entran muñecotes: rey, reina y dos súbditos. Vienen alegres, coreografía. Al final entra Arlequina y los mira, camina de un lado a otro, desesperada).

ARLEQUINA: ¡Ya basta! (Confundida). ¡Qué terrible situación! ¡Aquí debe haber un error!  ¡Por más que pienso y pienso no llego a ninguna conclusión! ¿Nadie recuerda nada, ni cómo se llama su reino ni de dónde vienen, ni quienes son?  ¡Él es el rey! ¡Ella, la reina! ¡Y ellos, los cortesanos! Digo yo… ¡Por más vueltas que doy no logro dar con la explicación! (Los demás no prestan atención y siguen bailando). ¡Tengo que esforzarme! ¡Tengo que desenredarme! ¡Aguzar bien mi memoria para desenmarañar esta historia!

REINA: ¡Ya basta de protestar! ¡No le busques a todo un lugar, despreocúpate y ponte a bailar!

REY: ¡Disfruta con nosotros, canta, baila, ríe...!

REINA: ¡Sí! ¡Baila! ¡Baila! ¡Deja tu mente en paz y ponte a girar! (La toman y la incitan a bailar. Cede al principio, después se niega).

ARLEQUNA: ¡Yo no quiero bailar, solo necesito estar en paz! ¡Y ustedes, en vez de estar felices deberían cuidar bien sus narices, no vaya a ser que vuelva el vendedor y en vez de darnos bebida nos deje con la cabeza más fría. (Como dándose cuenta de algo). ¡Sí, eso fue! ¿Cómo no me había dado cuenta? ¡Fue la bebida, sí, la bebida! (Va hacia la reina). ¡Fue la bebida, la pócima mágica!

REINA: (Ignorándola). ¿La bebida?

ARLEQUINA: (Va hacia el rey). ¡Fue la bebida!

REY: ¿Cuál bebida?

ARLEQUINA: ¡Las que nos dio el vendedor!

REY: ¿De qué vendedor hablas?

REINA: ¡Baila, mujer…, ríe…, deja ya de hablar!

ARLEQUINA: (Muy molesta). ¡Esto es verdaderamente insoportable! (Pausa). ¡Tengo que calmarme! (Intentándolo de nuevo, va hacia el rey).

ARLEQUINA: (Al rey). ¡La pócima, la bebida! ¿La recuerda?

REY: ¡No!

ARLEQUINA: (A los cortesanos). Y ustedes, ¿no recuerdan la bebida?, ¿el vendedor? ¡No me digan que no, porque muero de dolor!

LOS DOS: ¡Qué pena no poder ayudar, pero no podemos recordar!

(Luis, que ha estado atento a todo, decide salir de su escondite. Garzón lo sigue).

LUIS: (Amable). Disculpe, la veo muy preocupada y quisiera saber si la puedo ayudar.

ARLEQUINA: ¿Quién eres tú y de dónde has salido?

LUIS: Soy Luis. Mis amigos me dicen Wicho, mucho gusto, y ella es mi mascota..., bueno, la  de mi mamá.

GARZÓN: ¡Garzón, Garzón, amigo de corazón!

ARLEQUINA: ¿No serán ustedes amigos del vendedor?

LUIS: ¡Le juro que no! ¡Nosotros también estamos perdidos!

ARLEQUINA: ¿Cómo? ¿Tampoco pueden recordar?

LUIS: ¡No!  ¡Digo…, sí recordamos, pero no sabemos cómo regresar al mar!

ARLEQUINA: ¿Al mar?

LUIS: ¡Sí! Lo que pasa es que estábamos pescando, de pronto vino un pez enorme, todo empezó a tambalearse y no sé cómo, cuando nos dimos cuenta no había bote ni mar. ¡Simplemente estábamos aquí!

ARLEQUINA: ¡Qué dolor! ¡Qué pesar! Si no saben dónde están, ¿cómo me pueden ayudar?

LUIS: ¡Cálmese, no se altere sin razón! Si nos cuenta qué sucede podríamos encontrar juntos la solución.

ARLEQUINA: ¡Ni yo misma lo sé! No sabemos quiénes somos ni a que reino pertenecemos, ni mucho menos cuales tradiciones tenemos.

LUIS: Esto parece más complicado de lo que pensé.

ARLEQUINA: ¿Por qué?

LUIS: Porque si no tienen memoria, ¿quién contará después su historia?

ARLEQUINA: Tengo la esperanza de que esto sea temporal.

LUIS: Ojalá y así sea.

ARLEQUINA: Tengo también la sospecha de que fue el vendedor de tradiciones el que nos ocasionó esta molestia 

LUIS: ¿El Vendedor de tradiciones?

ARLEQUINA: Sí, se aprovechó de nuestras ilusiones.

LUIS: ¿Y eso por qué?

ARLEQUINA: Nos dio a tomar una bebida que, según él, servía par ver la vida desbordada de alegría.

LUIS: Vaya... vaya, la verdad es que yo no sabía que por una simple bebida la memoria se perdía.

ARLEQUINA: La verdad es que desde que la bebieron, ellos están muy alegres, no parar de reír ni de bailar, pero yo estoy preocupada porque no entiendo…, nada..., nada.

LUIS: ¿Y cómo fue que si usted también la tomó no le causó ningún efecto?

ARLEQUINA: Porque mientras yo probé solo una tapita, ellos la bebieron completita.

LUIS: Déjame pensar…, porque si fue la bebida, la cosa no está tan perdida.

ARLEQUINA: ¿Usted cree?

LUIS: ¡Claro, solo hay que esperar!

ARLEQUINA: ¿Esperar qué?

LUIS: ¡Que pase el efecto!

ARLEQUINA: Quisiera creer que es así.

LUIS: Nada perdemos con esperar. (Se oye en off el vendedor de tradiciones que se acerca). Será mejor que nos escondamos para evitar más problemas. (Se esconden).

ESCENA IV

(Suena música. Entra el vendedor, su vestuario es muy llamativo; viene acompañado de una bruja (muñecón) y un pregonero (muñecón). Traen una calabaza gigante, antifaces, disfraces de bruja y caramelos. Colocan la calabaza en el centro del escenario. Los reyes y cortesanos, cuando los ven, se unen a ellos y celebran todo lo que hacen. Arlequina en un lateral está atenta a todo.  Realizan una coreografía corta, con música moderna. Al finalizar la música interviene el vendedor):

VENDEDOR: ¡Señoras y señores! ¡Niños y niñas! ¡Abuelitos y abuelitas! ¡Aquí les traigo el último grito de la moda en materia de tradiciones!

PREGONERO Y BRUJA: ¡Si, señores, el último grito de la moda! (Gritan y se ríen).

VENDEDOR: ¡La más aterradora pero encantadora fiesta!

(La bruja y el pregonero repetirán y festejarán todo lo que diga el vendedor).

VENDEDOR: ¡Traída desde muy lejos para deleitar a nuestros niños, con una noche aterradoramente distinta... Se trata de...

BRUJA Y PREGONERO: (Hacen una fanfarria). ¡La noche de brujas! (Y luego gritan). ¡Uuuuuhh, brujaaaas!

VENDEDOR: ¡Es decir, la noche de Halloweeeeeeeen!

BRUJA Y VENDEDOR: ¡La noche de Halloweeeeeeeen, uuuuuuhhh, ¡qué miedo!

VENDEDOR:                       ¡Sí, amigo mío! ¡Sí, señora mía!

                                Si usted quiere una noche especial para sus niños

                                      no deje de celebrar la noche de Halloween

                                                con brujas, caramelos y demás...

BRUJA Y PREGONERO: ¡Uhhhh, me gustan las brujas... y los caramelos... y demás!

VENDEDOR:  Con la noche de Halloween usted, amiga mía, vivirá una noche aterradoramente paralizante.                       

BRUJA Y PREGONERO: ¡Uuuuuhhhh, paralizante! 

(Arlequina, que ha estado atenta a todo, sale).

ARLEQUINA: ¡No compren eso! ¡Seguramente es otra trampa de este embaucador!

VENDEDOR: ¡¿Otra vez tú?!

ARLEQUINA: ¡Sí, otra vez yo! (Al público): No recuerdo nada... pero estoy segura de que si viene de este bribón seguramente no forma parte de nuestra tradición...

VENDEDOR: ¿Y qué sabes tú de lo que es o no es nuestra tradición?

ARLEQUINA: Repito que muy poco, pero usted no me inspira confianza, además tiene cara de loco.

VENDEDOR: ¡Sal de mi camino, entrometida! ¡Aprende de tus amigos, mira como están felices, no piensan, ni se enrollan, solo bailan y ríen al son del consumismo! Y si no quieres vértelas conmigo, ¡fuera de aquí ahora mismo!

ARLEQUINA: ¡No me voy, también es mi lugar, y si te molesta mándame a sacar!

VENDEDOR: ¡Si eso es lo que quieres, ahora mismo te lo doy! (Les grita a sus secuaces): ¡A ella! ¡No quiero verla junto a mí! (A la fuerza la sacan del escenario).

VENDEDOR: ¡Disculpen la interrupción, mis hermosos clientes! ¿Por dónde íbamos? (recuerda). ¡Ya! ¡Y para que puedan apreciar la dimensión de esta tradición, aquí les va una demostración!

BRUJA: (Discutiendo entre sí). ¡A mí, a mí, esta vez me toca a mí!

PREGONERO: ¡A mí, esta vez me toca a mí!

VENDEDOR: ¡Acérquense y presten atención! (Aparte). Y ustedes, dejen de pelear si no quieren que los convierta en sapos ahora mismo.

PREGONERO: ¿En sapos?

VENDEDOR: ¡Sí, en sapos, con mi pomada mágica!

BRUJA: ¡Noooo, en sapos noooo!

VENDEDOR: Como les decía, primero necesitaremos la ayuda de… (Va hacia el público y toma a una niña y a dos señoras). Muy bien, ustedes me ayudarán. Cómo verán, aquí tenemos a una dulce niñita que tocará la puerta vestida de bruja, para la cual necesitamos un vestuario. (Se acerca la bruja y trae el vestuario, se lo coloca a la niña). ¡Aplausos, por favor! Y aquí tenemos a dos amas de casa que, por supuesto, estarán en su casa limpiando, planchando y cocinando, para las cuales necesitamos... (La bruja trae unos delantales y máscaras y se las coloca). Muy bien, ahora solo necesitamos la puerta... A ver… (Escoge a una persona del público). Tú no necesitas nada, solo te pondrás así (le indica que esté de espaldas). ¡Ahora sí, podemos empezar! Pero antes necesitamos un ensayo. ¡Atención todos! Viene la niña muy alegre y toca la puerta (indica a la niña que golpee la puerta y al señor que diga toc toc toc). La ama de casa debe responder: ¿Quién es? La niña vuelve a tocar. Ella vuelve a preguntar, ve por el huequito de la puerta, se da cuenta de que es una niña jugando a la noche de brujas y decide abrir. Abre la puerta, la niña le dice ¡Feliz noche de Halloween! Ella se asusta y le tira caramelos y cierra la puerta. Bien, con este ensayo sí podemos continuar.

VENDEDOR: ¡Y ahora sí! ¡A comprar! ¡A gastar! ¡A jugar! 

LA BRUJA: ¡A comprar, a gastar, a jugar!

VENDEDOR: En este combo que hoy traemos a precio de dos por tres, usted encontrará todo lo necesario para este juego, calabaza, disfraz y caramelos. (La bruja, con acción de asustar a los niños, ofrecerá al público los combos que contienen calabazas, disfraces y caramelos, mientras el vendedor dirá el siguiente texto): ¿Quién quiere comprar? ¡Aprovechen el ofertón y disfruten a montón! (Al público): ¡Una noche de brujas por aquí, una noche de brujas por acá! ¡Y una noche de brujas más acá! Anímense, llévense su combo a precio de dos por tres, y celebren todos a la vez. (Interacción con el público. Dependiendo de las reacciones improvisará al final, cantandito). 

¡Me voy, pero regreso pronto,

así que no se me hagan los tontos,

saquen su dinerito porque vuelvo rapidito,

traeré una nueva tradición que sin duda

¡será de su satisfacción!

¡Calabaza calabaza, a vender noche de brujas a otras casas! (Recogen todas las cosas y salen, incluyendo los reyes).

              

ESCENA V
(Entran Luis y Garzón. Llaman a Arlequina):
LUIS: ¡Arlequinaaa! ¡Arlequinaaa, ¿dónde estás? ¡Ya puedes regresar! ¡Niños, ayúdenme a llamarla! (La llaman. Entra Arlequina). ¡Ya se fue el vendedor!

GARZÓN: ¡Y tus amigos se fueron con él!

ARLEQUINA: ¡Qué terrible situación! ¡Ese vendedor es un bribón!

LUIS: ¡En eso tienes razón!

ARLEQUINA: ¿No te fijaste? Sin que ellos se dieran cuenta, con juegos y mentiras a los niños embaucó. 

LUIS: ¡Sí, es muy habilidoso!

GARZÓN: ¡Y un poco fastidioso!

(Entran los reyes tirando caramelos).

REY: (Lanzando caramelos). ¡Viva la noche de brujas!

REINA: ¡Viva el vendedor!

ARLEQUINA: (A los dos). ¡Qué bueno que volvieron! Estaba preocupada.

REY: ¡No hay por qué preocuparse!

REINA: ¡Solo alegrarse!

LUIS: Disculpen si doy mi opinión, pero creo que el vendedor es un inventador.

ARLEQUINA: ¿Te puedes explicar?

LUIS: A decir verdad, esa estampa que pregona a mí no me funciona…

ARLEQUINA: ¿Por qué dice eso?

LUIS: Perdóneme si me equivoco, pero en mi tierra tenemos celebraciones a montones, las tenemos para todos los gustos y colores... y esta noche de brujas no me suena para nada...

ARLEQUINA: ¡Es que yo lo sabía, de alguna manera lo intuía!

GARZÓN: Wicho, quizás si nuestras tradiciones les mostramos, tal vez la memoria popular vuelva poco a poco a su lugar.

ARLEQUINA: ¿Ustedes creen que con eso nos pueden ayudar?

LUIS: Nada perdemos con probar...

ARLEQUINA: ¿Y si no funciona?

GARZÓN: ¡Volvemos a empezar!

ARLEQUINA: (A los reyes). ¿Oyeron eso? ¡Vengan, acérquense un poco! ¡Prestemos atención, dejemos volar la imaginación! ¡Que nuestros amigos nos mostrarán sus tradiciones para probar si nuestra memoria popular vuelve a su lugar!

REINA: ¡Que empiecen la función!

REY: ¡Sí, que comience la diversión!

LUIS: ¡Con mucho gusto, ahora mismo!

GARZÓN:

¡Con esta parranda fresca,

cotidiana y sencilla,

se representa la pesca

de un pueblo trabajador,

que construye sol a sol

de lo cotidiano y festivo

un lenguaje expresivo

y símbolo de nuestro folclor.

(Suena música y se presenta la Danza del Carite. Al finalizar la coreografía los reyes, emocionados, aplauden).

REY: ¡Venimos del mar!

REINA: ¡Somos el mar!

REY Y REINA: ¡Que viva el mar!

ARLEQUINA: ¡Qué buena diversión y acelero mi corazón!

LUIS: ¡Me alegra que les haya gustado!

REY: No solo nos gusta, sentimos que también es nuestra.

ARLEQUINA: ¿Recuerdan algo, su majestad?

REINA: ¡A decir verdad no solo recordé, sino que también me emocioné!

ARLEQUINA: ¡Está funcionando…, estamos recordando! ¡Siga usted, por favor, quizás con otra diversión nos llegue por completo la razón!

LUIS: ¡Si, claro! ¿pero cuál otra diversión?

GARZÓN: ¡Ya sé, Wicho, la que te enseñaron en la escuela!

LUIS: ¡Tienes razón, Garzón!

De nuestras diversiones es la más popular,

la enseñan en la escuela con orgullo nacional,

la bailan en las calles y en las fiestas patronales,

¿quién no la conoce y no la ha cantado alguna vez?

Desde la niña... hasta la abuelita,

estoy hablando, señores, de

¡nuestra querida burriquita!

 

(Suena música, aparece la burriquita en zancos. Coreografía. Al finalizar entra repentinamente el vendedor).

VENDEDOR: ¿Qué significa esto? ¡Otra vez Arlequina dándome dolores de cabeza! ¿Y quién es ese chiquillo ladrón que ha osado vender en mi territorio, sin mi consentimiento?

LUIS: No soy vendedor, ni mucho menos un ladrón, estoy mostrando a mis amigos una diversión que forma parte de nuestra tradición.

VENDEDOR: Solo esto me faltaba, un chiquillo pretencioso.

LUIS: Yo solo quiero ayudar a mis amigos.                                         

VENDEDOR: ¿Y crees que con esto los ayudarás?

LUIS: ¡Nada pierdo con intentar!

VENDEDOR: ¡Aquí el que manda soy yo! Y no te he autorizado para mostrar nada, ¡así que largo!

LUIS: Se equivoca si piensa que le tengo miedo.

VENDEDOR: ¡Ah, y de paso contestón!

GARZÓN: ¡Contestón, contestón, cara de bribón!

VENDEDOR: ¡Silencio, linda mascotita!

GARZÓN: ¡Mascotita, mascotita, nariz de caraotita!

VENDEDOR: ¡No me hagas enojar porque te puede ir muy mal!

GARZÓN: (Burlón). ¡Huy, qué miedo!

VENDEDOR: ¡Te voy a desplumar!

LUIS: Hágame el favor y no se meta con mi amigo Garzón.

VENDEDOR: No, si con él no me quiero meter, con quien quiero pelea es con usted, ¡por entrometido!

LUIS: ¡Que lástima que no le pueda aceptar, pero yo no sé pelear!

GARZÖN: ¡Aunque pelear no sepamos, no crea que le temblamos, y no se ponga a retar porque le podemos ganar!

VENDEDOR: ¡Me están provocando y eso no lo puedo soportar!

GARZÓN: (Burlón). ¡Huuuy, qué miedooo!

VENDEDOR: ¡Veremos!

ARLEQUINA: No dejaré que les haga daño.

VENDEDOR: ¿Y qué pueden hacerme tú y tus amigotes? ¡Si bastó que probaran mi bebida para que perdieran la brújula de la cabeza!

ARLEQUINA: No estamos tan desorientados, ¡de ti ya estamos cansados!, sabemos que eres un fraude.

VENDEDOR: ¿Y cómo demostrarlo? ¡Así que deja ya el alarde!

VENDEDOR: (A Luis). Y en cuanto a ti, te invito a demostrar cuál de los dos es el dueño de este lugar.

LUIS: No tengo nada que demostrar.

GARZÓN: (Aparte). Déjalo que hable, Wicho, oigamos qué te propone.

LUIS: Tienes razón, Garzón. Muy bien, vendedor, ¡habla!

VENDEDOR: ¡Te invito a demostrar quién es el dueño de este lugar!

LUIS: ¡No entiendo!

VENDEDOR: ¡Fácil! Solo tenemos que mostrar tradiciones.

GARZÓN: ¿Mostrar tradiciones?

VENDEDOR: ¡Si!  Tú muestras las tuyas y yo promociono las mías…, y quien logre quedarse con los aplausos del público será el vencedor.

LUIS: ¡La verdad es que esto no me convence!

GARZÓN: ¡Acepta, Luis, podemos ganarle!

ARLEQUINA: ¡Nosotros te ayudaremos!

GARZÓN: ¡Tenemos mucho que mostrar!

ARLEQUINA: Nos ganaremos al público, estoy segura. (Pausa).

LUIS: ¡Si eso es lo que quieres no perdamos más tiempo! En mi casa nos esperan para celebrar el carnaval, así que empecemos.

VENDEDOR: ¡Qué bueno, me encantan los retos, me encantan los juegos! ¡Empecemos!

GARZÓN: ¡No se me acelere, señor vendedor, que este público hay que dividirlo en dos para equilibrar un poco la cuestión!

ARLEQUINA: ¡Muy bien dicho, Garzón!

VENDEDOR: Si creen que con eso me van a apabullar, no les va a funcionar. (Al público). Yo escojo mi público, desde esta niña preciosa de aquí hasta ese señor barrigoncito de allá.

ARLEQUINA: Y nosotros, desde esta abuelita linda de aquí hasta ese niño de por allá. (Dividen al público y establecen empatía con cada bando).

VENDEDOR: Y como el que pica adelante tiene la mejor opción, aquí les va mi primer ofertón:

Estimada señora aquí presente,

señor que esta allá distante,

el baile que promocionaré al instante

es muy conocido por todos,

se baila con fuerza y energía

¡al compás del colectivo! ¡Ooooole!

 

(Música española. Coreografía para dar salida al toro, quien se integra a la coreografía. El vendedor, en un extremo, incitará al público a involucrarse. En un punto de la música se hace una parada).

ARLEQUINA: ¡Es hora de actuar! ¡Nos corresponde contraatacar, así que a jugar!

(Garzón empuja a Luis para que anuncie).

LUIS:

Del mono venimos, dicen,

que es nuestra evolución,

yo respeto esa creencia

que trata de dar explicación,

pero en una parte del Oriente

es pura tradición,

son fiestas decembrinas

y entre cohetes y bambalinas

se juega a no dejarse

agarrar por el mono.

Se baila por las calles

con gran algarabía

el mono atrás de la gente

castigando con su látigo

que corre, grita,

desbordada de alegría...

 

(Suena música del baile del mono, se rompe la parada. Se quedan en un extremo y observan. Entra el mono. Una vez finalizada su intervención corre a las chicas y estas salen, saca un paño rojo y comienza a retar al toro. Se hace un juego payasesco donde el toro primero persigue al mono y finalmente el mono persigue al toro y lo saca del escenario, después sale).

VENDEDOR: ¡No te vayas, mi torito, regresa! ¡¿Cómo me vas a abandonar por un simple mono?! (El mono va al vendedor, lo corre, juego con el vendedor, se despide del escenario y sale). ¡Aplaudan! ¡Griten! ¡Bravo! ¡Espectacular! ¡Un aplauso para el toro!

ARLEQUINA: ¡No te emociones tanto, vendedor, ¿no ves que el público ni se inmutó? Y si lo hizo no se le notó.

GARZÓN: ¡Aquí no hay nada que inventar, la diversión debe continuar! Y para acelerar esta victoria que ya es nuestra, la comparsa que presentaremos a continuación es...

LUIS:                                     Es la prolongación

                                             de una manifestación

                                             que tenía la intención,

                                      mediante simbología antigua,

                                   de adorar con la expresión ritual

                                       el ciclo anual de la naturaleza.

 

¡La imagen de la muerte representaba la sequía anual de los campos!

GARZÓN: ¡Y la resurrección en el regreso de las lluvias!

LUIS: ¡El reverdecimiento de la vegetación, el signo de la renovación vital!

GARZÓN: ¡Así era al principio, pero después poco a poco varió!

LUIS: ¡Lo que sabemos es que hay que ser un gran bailador para disfrutar de nuestra danza!

LOS DOS: ¡Representada en el Pájaro Guarandol!

(Suena música del pájaro Guarandol. Se realiza la danza. Al final se involucran todos).

ARLEQUINA: ¿Qué me dices a esto, vendedor?

VENDEDOR: ¡El que ríe de ultimo ríe mejor, así que váyanse preparando para perder porque aquí yo soy el vencedor!

GARZÓN: La verdad es que usted no se da por vencido, eso es admirable, aunque pienso que nosotros estamos sacando la mejor parte. Este público ya es nuestro, así que será mejor que se resigne.

VENDEDOR: ¡Eso si que no! ¡Yo no me rindo, ni mucho menos me resigno! ¡Aunque tenga que terminar, con todos estos bailarines a cuestas! ¡Yo muero con las botas bien puestas! ¡Y si tengo que perder, que sea por buena ley!

ARLEQUINA: ¿Y qué más vas a inventar? ¡No creo que tengas nada más que promocionar!

VENDEDOR: ¡Se equivoca, jovencita! ¡Apenas estamos comenzando!

LUIS: ¡Yo pensaba que terminando! No es que lo estemos apurando… pero es que tenemos que regresar. Mi mamá me espera para celebrar el carnaval.

REINA: ¡El carnaval! ¡Que viva el carnaval!

REY: ¡Sí, que viva el carnaval!

VENDEDOR: ¡No se me distraigan, señoras y señores, presten todos atención!

                        Desde muy lejos, desde el otro lado del mundo,

                                            les traigo un sabroso ritmo.

                      ¡Todos arriba! ¡Vamos, levántense de sus asientos!

                                Tomen a su pareja y en un dos por tres

                                               ¡todos a bailar a la vez! 

                                   ¡Este ritmo no lo promociono! ¡Lo regalo!

                              ¡Que suene la música, que vibre el corazón!

                                        Y que este ritmo invada la nación ....             

(Suena música moderna. Entra bailarín y danza. Ambiente de música disco. Al finalizar, habla Luis):

LUIS:                                          Si de música se trata

                                                  las tenemos a montón.

                                                    Que me disculpen

                                              por caer en la provocación,

                                          lo hago para decirle al vendedor

                                              que por más que se resista 

                                                     aquí no vale ofertón

                                               porque en esta contienda 

                                                   él es el perdedor...

 

VENDEDOR: (Burlón):           Lo dices porque has visto

                                                      cual fue la reacción

                                               de todo este lindo público

                                                con mi ritmo y mi sazón.

 

GARZÓN: (Burlón):                 Siéntese señor vendedor,

                                        para que usted también presencie

                                               lo que se llama un fiestón,

                                       la música que llevamos en las venas,

                                       la que nos hace estremecer de emoción,

                                                 se baila en toda la costa

                                            a lo largo y ancho de la nación.

 

LUIS:                                   ¡Arriba,  mi estimado público!

                                                A demostrar quienes son,

                                                     a mover esa cadera

                                                    al compás del tambor...

    

GARZÓN:                           ¡Ese que nos vibra por dentro,

                                               que tiene sudor de negro

                                               de mestizo y de bembón!

 

 LUIS:                               Ese que nos dejaron de herencia

                                              cuando vino el conquistador,

                                              que nos llegó desde África

                                                 con leyenda y con dolor

                                               se nos metió en las venas

                                                    para gritar a viva voz.

LUIS Y GARZÓN: ¡Viva nuestro mestizaje, el que conforma nuestro folclor!

(Suena música de tambores. Coreografía con todos los personajes: burriquita, carite, pájaro guarandol, mono, garza, integran al público. El vendedor, en un extremo, trata de evitar que el público baile. Esta escena finaliza con una coreografía teatral entre el vendedor y los demás personajes mediante una danza teatro con varias cintas de colores; será un juego entre el vendedor y los demás personajes. Al finalizar, el vendedor es atrapado y cargado en hombros por los personajes para la salida).

VENDEDOR: (En hombros de los personajes). ¡Paralícense! ¡Qué ingenuos! ¡Ellos creen que acabaron conmigo, pero lo que no saben es que hay miles como yo en todas partes, llevando y trayendo... ¡Vamos, muévanse! (Los personajes accionan y sacan al vendedor. Música. Cambio de escenografía. Se regresa a la tercera escena del teatrino en el mar).


ESCENA VI

(Empieza a oírse canción de cuna. El garzón y Luis duermen. El papá de Luis pesca un enorme pez).

PAPÁ: ¡Mira lo que pesqué, Luis! ¡Parece una ballena! ¡Despierta Luis, mira qué lindo pescado! ¡Muchacho dormilón!

LUIS: (Despertando). ¡Ya estamos aquí! (Abrazando al papá). ¡Pudimos regresar!

PAPÁ: ¿Regresar? ¿De dónde?

LUIS: ¿Y Garzón? (A Garzón, que se ha despertado). ¡Encontramos el regreso, ya estamos otra vez aquí!

GARZÓN: ¿Y a dónde habíamos ido, Luis?

LUIS: ¿Cómo que a dónde? ¡Si tú viajaste conmigo!

GARZÓN: ¡Yo también viajé! ¡Bien! ¡Bien! ¡Viajé! ¿A dónde viajé?

PAPÁ: ¡Muchacho loco! ¡Qué viaje ni qué ocho cuartos! ¡Estabas durmiendo!

LUIS: ¿Durmiendo? Pero… ¿y Arlequina? ¿Y la pócima mágica?

PAPÁ: Ya deja de hablar tonterías. Tenemos que regresar a casa.

GARZÓN: ¡Regresar! ¡Regresar! ¡A jugar el carnaval!

PAPÁ: ¡Tú solo piensas en el juego, animalucho alborotado! Vamos, Luis, ayúdame a recoger todo, que tu mamá nos espera en casa.

LUIS: ¡Si, papá!

GARZÓN: (Con alborozo). ¡Casita! ¡Casita! ¡Me voy a disfrazar de brujita!

PAPÁ: ¡Apártate de aquí, Garzón, si no quieres un pescozón! (Garzón se aparta. Recogen todo. Suena música).


ESCENA VII

(Música. Cambio de escenografía. Decoración inicial. Entra la mamá bailando)

MAMÁ: Ya casi empiezan a desfilar las comparsas, y Luis y su papá nada que regresan de la pesca, y con lo que le gusta a Garzón el desfile del Carnaval. (Viendo a las supuestas comparsas). ¡Pero miren qué linda está aquella! ¡Y esa de allá está tan bonita! (Se oyen voces y ruidos de gente entrando). ¡Llegaron, llegaron! ¡Ya era hora! (Entran Luis, el papá y Garzón. Saludan. Garzón se le lanza encima a la mama de Luis).

MAMÁ: ¡Te extrañé, Garzón! (Y preguntándole a los tres): ¿Cómo les fue?

PAPÁ: Muy bien. Tendremos pescado como para una semana.

GARZÓN: Y también viajamos, ¿verdad, Luis? Viajamos a… ¿A dónde fue, Luis?

LUIS: ¡Cállate, Garzón! ¡No estoy de humor!

MAMÁ: Nada mejor para el mal humor que ver un desfile de Carnaval. Ya casi empieza. Vengan. (Todos salen).

LUIS: No quiero ver el desfile, mamá.

PAPÁ: ¡Anímate, Luis!

LUIS: Papá…

PAPÁ: ¿Sí?

LUIS: ¿Tú sueñas, papá?

PAPÁ: ¡Claro, hijo! ¿Por qué me lo preguntas?

LUIS: Porque tuve un sueño lindo, pero extraño cuando dormía en el mar. Y me preguntaba si tú me podías explicar algo.

PAPÁ: Sí, Luis, ¿qué cosa será?

LUIS: ¿Qué somos como país, papá?

PAPÁ: Ah, hijo, qué preguntas me haces…, y la verdad es que no sé cómo responderte.

LUIS: Respóndeme con el corazón, papá.

PAPÁ: Mira, muchacho loco. Nosotros somos como el mar, tenemos un poco de todo.

LUIS: ¿Un poco de todo?

PAPÁ: ¡Sí!

LUIS: ¿Cómo es eso, papá?

PAPÁ: Verás, somos un poco de indio, un poco de negro, un poco de blanco…

LUIS: ¿Por eso es que dicen que somos una mezcla?

PAPÁ: Sí, así es.

LUIS: ¿Y por qué, papá?

LUIS: Porque somos un poco mar, un poco montaña, un poco desierto, un poco ríos, un poco nieve, un poco llanos... y así sucesivamente.

MAMÁ: ¡Y somos un poco de carrozas también! ¡Vengan, que ya empieza el carnaval!

PAPÁ: Vamos a ver el carnaval, después seguimos hablando de eso, muchacho preguntón…

GARZÓN: ¡Preguntón, preguntón, cara de glotón!

(Música. Salen los actores abajo y los títeres arriba. Fiesta en la que los actores se mezclan con el público y se marchan hacia la calle).


FIN

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